Hotel Ares Eiffel

El personal muy amable y correcto

1.- La decoración de las habitaciones (de Versace, magnífica); 2.- El trato del personal del hotel (amabilísimo, son encantadores y se desviven por los clientes); y 3.- El exquisito sabor de los croissants que ponen en el desayuno; 4.- La sensación de familiaridad en todo el hotel. 1.- El tamaño de las habitaciones (las clásicas son minúsculas); 2.- Habitaciones regularmente insonorizadas (menos mal que el hotel está en una zona tranquila); 3.- No hay servicio de habitaciones; 4.- Hay un solo ascensor para todo el hotel (problemas en hora punta); 5.- La sala para desayunar es muy pequeña (y en ocasiones hay que esperar turnos); 6.- El precio de las habitaciones es desorbitante (y en absoluto se corresponde con lo que ofrece el hotel).

La habitación, sobretodo la gran cama!!!! Nada

el diseño del hotel es impresionante, y la cercania de la estacion de metro facilita el desplazarte que no haya un servicio de cafeteria por lo menos hasta las 12 de la noche

Tiene detalles interesantes, como el jabón de manos de ducha Hermès y la tele Bang & Olufsen. La habitación extremadamente pequeña. Tras haber reservado con tres meses de antelación nos colocaron en una habitación del primer piso que tenía muy poca luz, y tuvimos que pedir que nos subieran a otra planta más alta. Así lo hicieron, pero no sin dificultades, ya que pusieron muchas pegas. El trato no era todo lo amable que cabía esperar.